Octubre ideal

Me gusta pensar que nos conocemos de vidas pasadas, que hicimos una promesa hace mucho tiempo e inconscientemente la vida nos trajo a este lugar.

Hay tantas cosas que me gustaría decirte y hay tantas cosas que quisiera saber, pero no puedo avanzar.

Me gustaría poder disfrutar de este momento en el que realmente no te conozco, en el que puedo idealizarte libremente, en el que me convenzo de que el destino, de alguna manera, está jugando sus cartas.

Y creo que por eso no avanzo… Ya tengo experiencia con la desilusión y la frustración que resultan de enfrentarte con la realidad, que es tan diferente a lo que te habías imaginado.

Quiero que este momento de incertidumbre dure lo más posible, que las conversaciones en mi mente se mantengan perfectas y que la imagen que tengo de vos no cambie. Quiero seguir fingiendo que esto funciona, aunque sé muy bien que es un delirio, un caso imposible, una fantasía más.

Entonces, por eso no avanzo, evito la conversación, evito las preguntas, evito los lugares donde sé que podría llegar a encontrarte.

Y, a la vez, ansío tanto conocerte, porque muy en el fondo tengo la esperanza de que quizás no estoy equivocada y que, por una vez, mis expectativas coincidan con la realidad… Y quizás es por eso que no avanzo.

Pero me gusta pensar que nos conocemos de vidas pasadas, que nos reencontramos en el momento justo y, que con el tiempo, desaparecerán los miedos, las dudas y los supuestos.

Y lo que hoy veo como incierto, por fin tenga sentido y se convierta en un plan perfecto.

Manifestar

«No te preocupes. Hasta ahora has escrito y seguiras escribiendo. Lo unico que tienes que hacer es escribir una frase veridica. Escribe una frase tan veridica como sepas.»

Tengo un poder que muy pocos conocen. Hace mucho tiempo y sin saber lo que estaba haciendo, me encontraba imaginando situaciones ficticias en mi cabeza en las que experimentaba todo tipo de sentimientos. No digo que en ese momento mi vida real no me gustara o no fuera feliz, pero irme al futuro a veces me parecía más interesante.

Normalmente, por las noches, cuando los apuros del día ya se calmaban, cerraba los ojos y me iba un rato a un lugar especial. Ese lugar no necesariamente tenía que ser el mismo siempre; dependía mucho de lo que necesitara en ese momento. A veces me imaginaba viajando, a veces me imaginaba teniendo la mejor historia de amor o conociendo al hombre de mi vida. A veces podía sentir como lograba cumplir cada uno de mis sueños y tenía una felicidad que me llenaba el pecho. Otras veces también sentía cosas no tan felices, parecidas a la angustia que hoy seguramente llamarían ansiedad.

Hace unos años me enteré de que a esa brecha de la realidad le llaman «manifestación» y que tiene ciertos «poderes» que logran que uno cumpla en la «vida real» cada uno de esos sueños imaginarios.

Y para serles sincera, un poco me molesta cómo te lo cuentan o como te lo quieren vender hoy en día.

Porque cuando me pongo a pensar en el motivo por el cual me imaginaba esos escenarios en mi cabeza, el objetivo no era necesariamente para lograrlos; lo hacía para disfrutar. Salía sin pensar, era como un pequeño spoiler, unos segundos donde saboreaba la victoria quizás para mantenerme motivada o solo para vivirlo un ratito antes.

Con esta nueva visión de la «manifestación» en la que uno se imagina lo que desea cumplir de determinada forma y que así se asegura de que el objetivo se va a cumplir, me parece absurdo, delirante y un poco descarado. ¿Y si lo tengo que escribir o lo tengo que decir en voz alta? ¿Cuántas veces al día? ¿Por cuánto tiempo? ¿Y cómo sé si lo estoy haciendo bien? Etc…

Siento que esta moda por tratar de explicar un proceso que parecería venir innato en cada uno de nosotros le añadió una presión y un simbolismo que no merece verdaderamente la pena.

Cuando «manifiesto» no lo hago para poder cumplir un sueño o con la intención de acelerar algún objetivo que tenga en mente. «Manifestar», para mí, es simplemente disfrutar con anticipación de algo que ya sé que va a suceder. Simplemente lo vivo como si ya fuera el futuro, como si literalmente estuviera allí. Para mí, manifestar es como la nostalgia del pasado; es ver al futuro y disfrutar por ese momento que, aunque todavía no lo viví en carne propia, mi mente y mi alma ya están allí, aunque sea por unos segundos.

Al fin y al cabo, la intencion es lo que cuenta, la actitud con la que afrontamos cada segundo de nuestra vida, ya sea cuando miramos al pasado, vivimos el presente o espiamos el futuro.

Te invito a que no manifiestes tanto, a que disfrutes, te relajes y te dejes llevar por tu imaginación; al final, vos sabes aunque sea en el fondo que eso que tanto queres, ya es tuyo 💚